lunes, 1 de julio de 2013

“Ordem e progresso”.


MARACA – NÁ… DE NÁ  
Maracaná entero se lanzó al suelo para rematar ese balón suelto en el área pequeña. Ya en el minuto dos de partido, 78 mil brasileños hicieron que el esférico besara las mallas. Así, tan pronto, el partido tergiverso su destino. El plan del reputado estratega Scolari encontró la perfecta alfombra roja para dibujar a la perfección las líneas que Felipao había trazado minutos antes en la pizarra de su vestuario. Brasil replegó, y como su bandera indica, lo hizo con orden, con un orden que no permitía que España se rasgara las vestiduras. Scolari supo bien como anularla, plagó el centro del campo de futbolistas que hacían imposible la salida de balón de los de Del Bosque – tampoco fue el día más lúcido de la roja – y cualquier método para lograrlo era válido. Brasil pegaba en su intento por anular el engranaje de la maquinaria española, no dudaron jamás en cortar con algo de dureza su juego y encontraron a un colegiado que les permitió demasiado.
Las transiciones defensa–ataque en las recuperaciones de balón de los brasileños eran explosivas, rápidas, verticales, y la consigna de Felipao era clara, la búsqueda de las espaldas a los costados. De esta forma Brasil se apoderó de un partido que ya había tintado verde–amarelha con el ambiente de un Maracaná que disfrutó con las claras ocasiones de los suyos, y sufrió muy poco cuando España se asomó tímidamente al balcón del área.


CASILLAS MAREA EN LAS ALTURAS.
El primer gol mostró a un Casillas inseguro, carente de confianza y algo asustado. Un Casillas al que este torneo le pudo servir para espantar sus fantasmas, actuó a buen nivel, pero mostró con claridad que hoy en día no es un portero que transmita confianza y seguridad en el área. Iker no domina el juego aéreo y se le nota nervioso e indeciso cada vez que un balón sobrevuela su área. La crítica no la merece, pero las referencias a su persona son inevitables. En este aspecto, mi dedo señala a un seleccionador que debe alinear al futbolista que mejor rendimiento le dé, al mejor preparado, al más capacitado para actuar, y hoy en día Iker Casillas no es el mejor en la selección española. Que Valdés no sea el portero titular de España en la actualidad, me parece una falta de respeto al seguidor, al propio Valdés, a su rendimiento y a sus merecimientos.

EL BARCO DE CHANQUETE
Brasil apretaba en el medio y los repliegues en las constantes pérdidas en la salida de balón de España sacaban a relucir sus irrisorias transiciones defensivas – impropias de un equipo campeón del Mundo – Los agujeros a la espalda de la defensa y en los costados eran abrumadores, y por ahí Neymar y Hulk fueron dos puñales. Busquets no daba abasto en las coberturas en transición y se perdió buscando un escudero que nunca tuvo. Luis Gustavo y Paulinho mordían y se sumaban con rapidez a las veloces triangulaciones de Brasil, Óscar pausaba con el temple adecuado para esperarles y Busquets se veía superado en todo momento. Martínez pudo ser clave, pero Del Bosque no tomo cartas en el asunto. En este deporte, que se ha convertido cada vez más en un juego de mesa, se debe actuar contra el problema, y si para ello es necesario hacer un cambio tempranero que altere el transcurso del juego y a la postre el devenir del partido, se hace. ¿O es que está prohibido hacer un cambio en la primera parte?

ERRORES DE BASE
Arbeloa no tuvo su mejor partido, salta a la vista que el futbolista del Real Madrid es técnicamente muy limitado, pero siempre ha suplido esa carencia con rigor defensivo y una aptitud táctica muy alta. Este no ha sido su mejor año y no ha rendido a buen nivel, anoche estuvo fuera del partido en todo momento, cometió errores de bulto que permitieron a Brasil ir dando pasitos a su favor. El más clamoroso tuvo lugar en el segundo gol de la canarinha. Arbeloa era encarado por Neymar que habilita un balón al balcón del área, donde se encuentran los centrales de España en una buena posición, el lateral pierde su marca para perseguir el esférico, le da la espalda y pierde de vista a Neymar que con volver a recibir el balón se encuentra con una clara ocasión que transforma en gol. El error es propio de categoría infantil, no es permisible en una selección campeona del Mundo, pero no se debe estigmatizar la figura de Arbeloa, el partido tuvo muchos otros frentes en los que España nunca supo competir.


MÁS DE LO MISMO
Del Bosque volvió a mostrar una lectura de partido algo dubitativa. Sus cambios no aportaron nada para alterar el curso del partido, ni siquiera lo intentaron. Los relevos fueron insulsos e irrelevantes, lateral por lateral, delantero por delantero. El salmantino no intentó modificar la fisionomía del equipo ni quiso buscar un cambio en la apuesta futbolística de su equipo, se limitó a intentar potenciar el rendimiento de algunos puestos pero sin alterar ni fomentar un esquema diferente para intentar equilibrar el encuentro.

HAY ESPAÑA PARA RATO
En la derrota lo importante es poder sacar apuntes, aspectos positivos y a mejorar. España viene arrastrando defectos congénitos en las victorias. Errores que se han visto borrados por los triunfos, pero que hay que limar, trabajar y subsanar. Hoy seguimos siendo el mismo equipo de ensueño que ayer, nada ha cambiado, estos futbolistas siguen siendo los más grandes y se han ganado el respeto y la reputación para seguir creyendo en todos ellos. Las derrotas te enseñan la cara amarga, te hacen reflexionar y solucionar los aspectos negativos, y es ahí donde España debe actuar. Seguimos siendo el mejor equipo del Mundo, pero debemos comprender que eso no vale para levantar trofeos, que en este deporte no se gana por decreto, ni por autocracia, se debe conseguir en el terreno de juego y no en las portadas de nuestros infames medios deportivos. Debemos comprender que no somos los creadores ni los inquisidores del futbol, y debemos darnos cuenta de que hay que seguir aprendiendo y mejorando día a día.
Por mucho que seamos técnicamente superlativos, ayer Brasil nos demostró que un equipo técnicamente inferior es capaz de ganar, y ser superior con rigidez táctica, orden, intensidad y fe. Ahora solo queda seguir mirando hacia adelante, con las mismas aptitudes y de la misma forma, pero aprendiendo de los errores y mejorando cada día, solo así seremos capaces de crecer y continuar siendo el mejor equipo del Mundo.

Alfredo León
@fefifredo