MARACA – NÁ… DE NÁ
Maracaná
entero se lanzó al suelo para rematar ese balón suelto en el área pequeña. Ya
en el minuto dos de partido, 78 mil brasileños hicieron que el esférico besara
las mallas. Así, tan pronto, el partido tergiverso su destino. El plan del
reputado estratega Scolari encontró la perfecta alfombra roja para dibujar a la
perfección las líneas que Felipao había trazado minutos antes en la pizarra de
su vestuario. Brasil replegó, y como su bandera indica, lo hizo con orden, con
un orden que no permitía que España se rasgara las vestiduras. Scolari supo
bien como anularla, plagó el centro del campo de futbolistas que hacían
imposible la salida de balón de los de Del Bosque – tampoco fue el día más
lúcido de la roja – y cualquier método para lograrlo era válido. Brasil pegaba
en su intento por anular el engranaje de la maquinaria española, no dudaron
jamás en cortar con algo de dureza su juego y encontraron a un colegiado que les
permitió demasiado.
Las
transiciones defensa–ataque en las recuperaciones de balón de los brasileños
eran explosivas, rápidas, verticales, y la consigna de Felipao era clara, la búsqueda
de las espaldas a los costados. De esta forma Brasil se apoderó de un partido
que ya había tintado verde–amarelha con el ambiente de un Maracaná que disfrutó
con las claras ocasiones de los suyos, y sufrió muy poco cuando España se asomó
tímidamente al balcón del área.
CASILLAS MAREA EN LAS
ALTURAS.
El
primer gol mostró a un Casillas inseguro, carente de confianza y algo asustado.
Un Casillas al que este torneo le pudo servir para espantar sus fantasmas,
actuó a buen nivel, pero mostró con claridad que hoy en día no es un portero
que transmita confianza y seguridad en el área. Iker no domina el juego aéreo y
se le nota nervioso e indeciso cada vez que un balón sobrevuela su área. La
crítica no la merece, pero las referencias a su persona son inevitables. En
este aspecto, mi dedo señala a un seleccionador que debe alinear al futbolista
que mejor rendimiento le dé, al mejor preparado, al más capacitado para actuar,
y hoy en día Iker Casillas no es el mejor en la selección española. Que Valdés
no sea el portero titular de España en la actualidad, me parece una falta de
respeto al seguidor, al propio Valdés, a su rendimiento y a sus merecimientos.
EL BARCO DE CHANQUETE
Brasil
apretaba en el medio y los repliegues en las constantes pérdidas en la salida de
balón de España sacaban a relucir sus irrisorias transiciones defensivas –
impropias de un equipo campeón del Mundo – Los agujeros a la espalda de la
defensa y en los costados eran abrumadores, y por ahí Neymar y Hulk fueron dos
puñales. Busquets no daba abasto en las coberturas en transición y se perdió
buscando un escudero que nunca tuvo. Luis Gustavo y Paulinho mordían y se
sumaban con rapidez a las veloces triangulaciones de Brasil, Óscar pausaba con
el temple adecuado para esperarles y Busquets se veía superado en todo momento.
Martínez pudo ser clave, pero Del Bosque no tomo cartas en el asunto. En este
deporte, que se ha convertido cada vez más en un juego de mesa, se debe actuar
contra el problema, y si para ello es necesario hacer un cambio tempranero que altere
el transcurso del juego y a la postre el devenir del partido, se hace. ¿O es
que está prohibido hacer un cambio en la primera parte?
ERRORES DE BASE
Arbeloa
no tuvo su mejor partido, salta a la vista que el futbolista del Real Madrid es
técnicamente muy limitado, pero siempre ha suplido esa carencia con rigor
defensivo y una aptitud táctica muy alta. Este no ha sido su mejor año y no ha
rendido a buen nivel, anoche estuvo fuera del partido en todo momento, cometió
errores de bulto que permitieron a Brasil ir dando pasitos a su favor. El más
clamoroso tuvo lugar en el segundo gol de la canarinha. Arbeloa era encarado
por Neymar que habilita un balón al balcón del área, donde se encuentran los
centrales de España en una buena posición, el lateral pierde su marca para perseguir
el esférico, le da la espalda y pierde de vista a Neymar que con volver a recibir
el balón se encuentra con una clara ocasión que transforma en gol. El error es
propio de categoría infantil, no es permisible en una selección campeona del
Mundo, pero no se debe estigmatizar la figura de Arbeloa, el partido tuvo
muchos otros frentes en los que España nunca supo competir.
MÁS DE LO MISMO
Del
Bosque volvió a mostrar una lectura de partido algo dubitativa. Sus cambios no
aportaron nada para alterar el curso del partido, ni siquiera lo intentaron.
Los relevos fueron insulsos e irrelevantes, lateral por lateral, delantero por
delantero. El salmantino no intentó modificar la fisionomía del equipo ni quiso
buscar un cambio en la apuesta futbolística de su equipo, se limitó a intentar
potenciar el rendimiento de algunos puestos pero sin alterar ni fomentar un
esquema diferente para intentar equilibrar el encuentro.
HAY ESPAÑA PARA RATO
En
la derrota lo importante es poder sacar apuntes, aspectos positivos y a
mejorar. España viene arrastrando defectos congénitos en las victorias. Errores
que se han visto borrados por los triunfos, pero que hay que limar, trabajar y
subsanar. Hoy seguimos siendo el mismo equipo de ensueño que ayer, nada ha
cambiado, estos futbolistas siguen siendo los más grandes y se han ganado el
respeto y la reputación para seguir creyendo en todos ellos. Las derrotas te
enseñan la cara amarga, te hacen reflexionar y solucionar los aspectos
negativos, y es ahí donde España debe actuar. Seguimos siendo el mejor equipo
del Mundo, pero debemos comprender que eso no vale para levantar trofeos, que
en este deporte no se gana por decreto, ni por autocracia, se debe conseguir en
el terreno de juego y no en las portadas de nuestros infames medios deportivos.
Debemos comprender que no somos los creadores ni los inquisidores del futbol, y
debemos darnos cuenta de que hay que seguir aprendiendo y mejorando día a día.
Por
mucho que seamos técnicamente superlativos, ayer Brasil nos demostró que un
equipo técnicamente inferior es capaz de ganar, y ser superior con rigidez
táctica, orden, intensidad y fe. Ahora solo queda seguir mirando hacia
adelante, con las mismas aptitudes y de la misma forma, pero aprendiendo de los
errores y mejorando cada día, solo así seremos capaces de crecer y continuar
siendo el mejor equipo del Mundo.
Alfredo León
@fefifredo
Se ve que ahora le toca hablar a los oportunistas
ResponderEliminar¿Oportunistas? ¿Para que aprovecho la oportunidad? ¿Que oportunidad? Simplemente expongo lo que creo que sucedió, y mi punto de vista. Todos vemos las cosas con ojos distintos. No intento convertirme en el seleccionador de España, ni en periodista de Marca. Gracias por la lectura. Un saludo.
ResponderEliminar